Camino al Altar - ¿y después del altar?


Finalmente terminó el gran evento, la celebración de un día muy especial para ustedes como pareja. Disfrutaste la ceremonia, la fiesta y posiblemente ya hasta la luna de miel y sobre todo los días de estrés preparando cada detalle por fin han quedado atrás. Ahora tal vez sólo queda comenzar a repasar los videos y las imágenes que poco a poco van llegando, quizás seleccionar aquellos momentos que habrá que imprimir y enmarcar para convertirlos en recuerdos inolvidables que decorarán nuestra casa y combatir la "depresión post-party" como dice un amigo

Pero realmente no todo termina ahí.

Claro, es cierto que comienza una nueva vida, una nueva aventura como pareja. Incluso para aquellas parejas que ya tenían tiempo viviendo juntas, pareciera como que nada va a cambiar, que tal vez la ceremonia es un "mero trámite" pero créanme que sí cambia. Es inevitable, pero eso será tema de otro artículo. 

Hoy a lo que me quiero referir no es tanto al recuento de los daños, por así llamarle, sino a lo que sucede ya que se calman las aguas después del evento. 

De entrada, puede ser que inmediatamente después del evento haya algunas cosas o servicios que liquidar, especialmente cuando se trata de contratar algún lugar para la realización del evento y posiblemente se puede incurrir en algún gasto ligero (algún mantel o vaso roto, no por haber invitado vándalos sino porque es común que eso pueda pasar... créanme, he visto muchos casos). Incluso puede ser al revés y no necesariamente pagar, sino cobrar depósitos que por seguridad los proveedores solicitan al hacer contratos, entonces es importante tener ese dinerito de vuelta. A veces en el caso de los vinos y licores que se sirven en la fiesta, todas las botellas sobrantes pueden ser entregadas a excepción de cuando es consumo a consignación. Si todo fue llevado con buen orden y más aún teniendo la ayuda de wedding planners, no debe haber nada fuera de lo común. 

Otro caso similar es el de las fotos y videos "oficiales" de boda, es decir, los que nosotros contratamos para inmortalizar el gran día. La mayoría de las ocasiones los fotógrafos te entregarán copia de todas las fotos que tomaron y (si así lo incluye el paquete) te entregarán algunas fotos impresas como algún libro o recopilación en video que recoja los mejores momentos del evento. 

Ya con más tranquilidad, tenemos también el caso de los regalos de bodas, es una buena costumbre agradecer ya sea en persona, por llamada o incluso con alguna tarjeta, a aquellas personas que amablemente nos hicieron algún obsequio. No importa si es una tostadora, un juego de cubiertos o un set de jabones, es algo que demuestra buena educación y le demuestra a quien hizo el regalo que se le tiene en buena estima. 

Finalmente, tenemos el caso del vestido de novia. Sí, ése que nos tomó 3 artículos para hablar de él y que después de todo lo que conlleva, aceptémoslo, realmente sólo se usó una vez. Aquí hay varias opciones, claro todas después de llevarlo a limpiar: 

  • 1) Guardarlo al vacío para protegerlo del polvo y el paso del tiempo y quizas heredarlo a tu hija. Existen tintorerías especializadas que se encargan de ponerlo en una caja en las mejores condiciones para que no se marque ni se estropeé por la humedad.
  • 2) Convertirlo en un vestido de fiesta haciéndole algunos arreglos como quitarle/ponerle mangas o tirantes o recortándolo un poco, cambiándole el color.
  • 3) Usar la tela para confeccionar otra cosa como un cojín o incluso un ropón para bautizo o forrar un moisés para un futuro bebé.
  • 4) Hacer una sesión de fotos tipo trash the dress, lo cual te da la oportunidad de vestirlo de nuevo y por última vez, dándole un toque muy artístico y sobre todo muy divertido y romántico a las fotos. Es una experiencia increíble.
  • 5) Venderlo, ya sea ofreciéndolo al público directamente o a través de tiendas de vestidos de novia. Esta última opción tiene muchas ventajas para ti pues lo dejas a consignación y así te despreocupas tanto de tener que destinarle un espacio para guardarlo en lo que se vende y destinarle un espacio a la gente que vaya a verlo y probárselo. También ventaja para quien lo compre, pues puede llevarse un gran vestido por un precio menor, ayudándole a su presupuesto. Además por medio de la tienda firmas un contrato donde se acuerda el precio de venta y un porcentaje de ella va para ti y el otro a la tienda. Si vives en Guadalajara, México, te recomiendo que visites la página de mis amigas de Di Que Sí Novias para que puedas ver más información a detalle así como para poder contactarlas, que aclaren tus dudas y agendes una cita.
  • 6) Donarlo, especialmente cuando tu vestido tiene 5 años o más o cuando es un estilo que ya no sea tan fácil ofrecerlo a la venta y también de este modo ayudas a alguna novia de escasos recursos a hacerse de un bonito vestido para su boda. Además el altruismo siempre es algo loable. 
Por último te comento que en este punto te quedes con los mejores recuerdos de ese día. Por mal que se lea, siempre hay algún detallito que no sale como queremos (espero de corazón que todo salga a pedir de boca en tu boda) pero es algo normal. Obviamente si es algo grave pues es entendible, pero di no no hay que hacer un drama de eso. Créeme que en la gran mayoría de las ocasiones, los invitados ni siquiera se dan cuenta y se la pasan genial, entonces ¡tú haz lo mismo!

Aunque teóricamente ya habíamos acabado con los artículos de bodas, platicando con una amiga salieron algunos temas que considero que no están de más tocar (como el de esta ocasión) por lo que los seguiremos tratando en futuras entregas. Agradezco todos sus comentarios que han hecho por DM en Instagram y estoy a la orden para recibir sus sugerencias. ¡Todas siempre serán bienvenidas!


Carolina Moretti

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