Depurando amistades...
A lo largo de nuestra vida siempre estamos experimentando cambios que implican que nos adaptemos a nuevas cosas, entornos y perspectivas. Ya sea que cambiemos de ciudad, de escuela (incluso de grado o salón), de trabajo, de grupos sociales, y/o hasta de gustos, estos cambios nos obligan a hacer cierta introspección pues llegamos a un punto en el camino donde debemos considerar soltar varias cosas que no pueden continuar el viaje junto a cada uno de nosotros.
Y cuando digo "soltar varias cosas", no me refiero sólo a lo material sino también a cambios en nuestras relaciones personales, pues conocemos gente nueva que aparece en nuestra vida, otros familiares y amigos pierden contacto, nos enamoramos, nos separamos, etc. Hay gente que escribe increíbles capítulos en nuestra vida, hay gente que nos encanta que siga escribiendo, mientras que hay otros que a veces sólo aportan una nota al pie de página. Lo que me queda claro es que cada gente que aparece en nuestra vida tiene una razón y generalmente es para dejarnos una enseñanza.
Platicando con una entrañable amiga, salió el tema de que en la vida hay momentos donde hay gente que se queda atrás, porque van por caminos distintos o porque no encaja en nuestros planes y me compartió el concepto de "La Escalera De La Vida" (que pude encontrar y les comparto para leer aquí), el cual me pareció muy cierto. Lo de subir escalones mientras las otras personas se quedan en el mismo, soltando las manos cuando ya es imposible seguir estirándolas más es una gran metáfora que nos puede enseñar a entender estas rupturas.
Además de verlo ahora también como una escalera, personalmente lo veo como avanzar en un camino que sólo tiene un sentido, pues es imposible dar un paso hacia atrás, y en el cual aparecen estas decisiones en forma de encrucijadas y cada quien toma caminos diferentes. En algunos casos pueden ser caminos que dan un giro muy drástico para nunca volverse a juntar; en otros, si no vuelven a juntarse, pueden llegar a cruzarse o reaparecer e ir en paralelo a nuestro lado y en este último caso es donde yo imagino a esas increíbles amistades que por un tiempo pueden separarse porque así lo requieren las circunstancias, pero de cierto modo afortunadamente regresan cerca de nosotros para apoyarnos, decirnos que todo estará bien. Y así como lo hacen otras personas lo hacen en nuestra vida, nosotros lo hacemos en las de ellas.
No se trata de tener a los 5,000 amigos, 40,000 contactos o 15 millones de seguidores en redes sociales. Se trata de tener a la gente que realmente te apoya en las buenas, las malas, las difíciles y las peores. Los que quieren verte feliz y que por más diferentes que puedan parecer, no sólo comparten gustos, sino que te comparten el corazón y una amistad sincera. No necesariamente deben ser familia o estar en una relación sentimental, pues como dicen: "los amigos son los hermanos que uno escoge".
Por eso creo que es necesario hacer esos pequeños altos en el camino, donde analizamos quiénes siguen junto a nosotros, quiénes por más que queremos lo opuesto se han alejado, pero sobre todo quiénes nos han aportado más enseñanzas (ojo, malas o buenas, pero de todo se aprende!) e ir atesorando lo valioso y depurando a las "amistades" tóxicas, que nos han lastimado o perjudicado o que simplemente ya no nos aportan algo sustancioso emocionalmente. Es hora de agradecerles y dejarles ir.
Carolina Moretti
Foto: James Wheeler (@souvenirpixels)
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