Camino al Altar - Parte 1: Comenzando la aventura
Muchas personas desde pequeñas soñamos con ese romántico día que significa una boda. Jugamos a que nos casamos, a que nuestras muñecas se casan y sí, tal vez la culpa la tienen los cuentos de hadas y las películas románticas, pero personalmente yo creo que también es algo que se ha ido transmitiendo desde muchas generaciones atrás y es innegable que despiertan emociones especialmente en un gran porcentaje de las mujeres y aunque no lo creas, de hombres también.
Desde temprana edad nos toca asistir o incluso de algún modo participar en alguno de esos eventos y nuestros sueños se alimentan más y más de eso que vemos. Pero a esa edad ni siquiera imaginamos qué tanto pasa tras bambalinas y de repente llegamos a esa edad donde nuestros amigos y familiares se empiezan a casar y nos damos cuenta que de pequeños nunca nos contaron que en realidad una boda conlleva una serie de actividades y preparativos, algunos en secuencia y otros en paralelo, que requieren la mejor actitud de parte de los novios pues la suma de todo llega a causar mucho estrés.
En serio...
¡Y MUCHO!
Se los digo porque seguramente ninguna novia quiere escuchar que algo saldrá mal, pero honestamente, en casi todas las bodas algo no sale como uno quiere y se debe estar completamente abierta a la posibilidad de que suceda. No, no es echarte la sal ni desearte que se arruine el momento, pues puede ser algo pequeñito, pero a veces son situaciones un poco complicadas que requieren un equipo táctico para controlar cualquier eventualidad y es mejor prepararte para contrarrestarlo en segundos. La idea es ayudarte a tener la boda de tus sueños y que la disfrutes inmensamente. Ese día es tuyo. Es de ustedes. El chiste es que ese estrés no dé al traste con todo.
De algún modo puedo decirte que es posible comparar una boda a la producción de una película: mucha gente estará involucrada y hay que preparar el vestuario, la escena y el escenario, los papeles principales y secundarios (claro, innegablemente la estrella eres tú!) y así.
Hace algunos años cuando visité una tienda llamada Di Que Sí Novias (www.diquesinovias.com) cuando era apenas algo pequeñito y tuve la oportunidad de adentrarme en el mundo de las novias, de aprender grandes cosas y el propósito es compartir con ustedes experiencias y consejos tomados desde varios puntos de vista: desde el lado de la asesora, la vendedora, la clienta, de la maquillista y la modista, de las amigas y damas, de la mamá, la suegra, del novio y claro, ¡de la novia!
Es increíble ser parte del maravilloso equipo de Di Que Sí Novias y poder aportar un poco de mi experiencia para que disfruten al máximo ese día tan especial. Todas sus preguntas y comentarios serán bienvenidos y nos dará un enorme gusto poder ayudarles a aclarar cualquier cosa por lo que les pido que por favor mencionen en sus comentarios cuáles temas les gustaría que tratáramos aquí y con gusto lo haremos.
En los próximos posts iremos tocando cada uno de estos puntos con un poco más de detalle, pero por lo pronto la idea es ir enumerando las cosas más importantes para que las vayas considerando con tiempo. Esto no es nada nuevo y hasta encontrarás varias publicaciones que incluyen hasta una lista con todo lo que hay que tomar en cuenta. El propósito es guiarte en lo que necesitas saber desde que recibes el anillo de compromiso. ¡Literalmente desde el primer "sí, acepto" hasta el último "sí, acepto"!
Ahora sí que... ¡Tú sólo di que sí!
Carolina Moretti
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